La eliminación de las grasas trans es fundamental para proteger la salud y salvar vidas. De acuerdo con la OMS: “las grasas trans son un producto químico tóxico innecesario y mortífero, y no hay ninguna razón por la cual las personas en todo el mundo deban seguir expuestas”. La OMS estima además que, cada año, la ingesta de grasas trans causa más de 500,000 muertes por enfermedades cardiovasculares. En ese contexto la OMS anunció recientemente su Plan para eliminar las grasas trans producidas industrialmente del suministro mundial de alimentos. Démosle un vistazo al estado internacional y nacional de esta situación y exijamos a nuestras autoridades una posición clara y firme para eliminar de nuestras dietas este nefasto producto, a la vez que ponemos de nuestra parte y cambiamos nuestros hábitos alimentarios, diciéndole “no a la comida chatarra”.
¿Qué son las grasas trans?
Hay dos fuentes principales de grasas trans: fuentes naturales (productos lácteos y carne de rumiantes, como bovinos y ovinos) y fuentes de producción industrial (aceites parcialmente hidrogenados).
Los aceites parcialmente hidrogenados fueron introducidos por primera vez en el suministro alimentario a principios de siglo XX en reemplazo de la mantequilla, y se volvieron más populares entre los años cincuenta y setenta con el descubrimiento de los efectos perjudiciales para la salud de las grasas saturadas. Los aceites parcialmente hidrogenados se usan principalmente para freír en abundante aceite y como ingrediente en productos horneados; sin embargo, pueden reemplazarse en ambos casos.
Las grasas trans producidas industrialmente se encuentran en grasas vegetales endurecidas, como la margarina y la mantequilla clarificada, y suelen estar presentes en frituras, bocadillos o snacks, productos horneados y productos fritos. Los fabricantes a menudo las usan porque tienen un período de almacenamiento más largo que otras grasas. No obstante, se pueden usar opciones más saludables que no afectan el sabor ni el costo de los alimentos.
Recomiendo además la lectura de las recomendaciones de la Biblioteca nacional de Medicina de USA sobre este tema, donde nos subraya que de todas las grasas, la grasa trans es la peor para nuestra salud, ya que su consumo incrementa el riesgo de padecer cardiopatías y otros padecimientos de salud.
Recomendaciones de la OMS
La OMS recomienda que la ingesta total de grasas trans se limite a menos de 1% del aporte energético total, que representa menos de 2,2 g al día con una dieta de 2.000 calorías. Las grasas trans aumentan el nivel de colesterol LDL, marcador biológico bien aceptado del riesgo de enfermedades cardiovasculares, y disminuye el nivel de colesterol HDL, es decir, las lipoproteínas de alta densidad que sacan el colesterol de las arterias y lo transportan al hígado, donde se secreta en la bilis. La alimentación con alto contenido de grasas trans aumenta el riesgo de cardiopatías en un 21% y el riesgo de muerte en un 28%. El reemplazo de las grasas trans con grasas insaturadas reduce el riesgo de cardiopatías, en parte al mejorar los efectos dañinos de las grasas trans en los lípidos sanguíneos. Además, hay indicaciones de que las grasas trans pueden aumentar la inflamación y la disfunción endotelial.
“La OMS insta a los gobiernos a usar el conjunto de medidas REPLACE para eliminar las grasas trans producidas industrialmente del suministro mundial de alimentos”, dijo el Director General de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. “La ejecución del conjunto de medidas REPLACE en las seis áreas de acción estratégica ayudará a eliminar las grasas trans y representa una gran victoria en la lucha mundial contra las enfermedades cardiovasculares”.
REPLACE abarca seis áreas de acción estratégica para asegurar la eliminación pronta, completa y sostenida de las grasas trans producidas industrialmente del suministro de alimentos. La palabra REPLACE es un acrónimo de esas seis acciones, expresadas en inglés:
- RE (REVIEW): Examen de las fuentes dietéticas de grasas trans producidas industrialmente en la alimentación y de los cambios de política necesarios.
- P (PROMOTE): Fomento de la sustitución de las grasas trans producidas industrialmente por grasas y aceites más saludables.
- L (LEGISLATE): Legislación o aprobación de medidas regulatorias para eliminar las grasas trans producidas industrialmente.
- A (ASSESS): Evaluación y seguimiento del contenido de grasas trans en los alimentos y de los cambios de su consumo por la población.
- C (CREATE AWARNESS): Concienciación de los encargados de formular políticas, los productores, los proveedores y la población sobre los efectos negativos de las grasas trans en la salud.
- E (ENFORCE): Obligación de cumplimiento de las políticas y regulaciones.
Situación en las Américas
Para fines de 2018, tanto Canadá como Estados Unidos habrán implementado prohibiciones a nivel nacional de aceites parcialmente hidrogenados, la principal fuente de grasas trans producidas industrialmente.
Tanto Canadá como Estados Unidos requieren que las grasas trans se etiqueten en alimentos envasados. Argentina, Chile, Colombia y Ecuador han establecido límites de mejores prácticas para las grasas trans producidas industrialmente en grasas/aceites (2%), que en Chile y Ecuador se aplican a todos los alimentos. Argentina y Colombia tienen límites más flexibles para las grasas trans en los alimentos (5% de grasas/aceites). Desde la declaración de 2009 de una “América Libre de Grasas Trans”, 8 países en América del Sur han promulgado el etiquetado obligatorio. Esto incluye a los países del bloque comercial del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay) que aprobaron el etiquetado obligatorio como grupo en 2006. Por su parte, Brasil aprobó en 2018 una ley que prohíbe el uso de aceites vegetales parcialmente hidrogenados, que entrará en vigor en 2021.
Pongo de especial relieve el hecho de que la FDA de USA puso un alto a las grasas trans en los alimentos procesados. Ahora, la FDA está tomando medidas para remover las grasas trans artificiales del suministro de alimentos. Se espera que este paso reduzca las enfermedades del corazón y prevenga miles de ataques cardíacos fatales cada año.
Situación en Panamá
Por nuestra parte el último informe del “Censo de Salud Preventiva” que llevan a cabo el MINSA y la CSS reveló que desde el 2015 han detectado más de medio millón de adultos mayores de 40 años con obesidad o sobrepeso, dislipidemias, hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedad renal. Todas relacionadas con los malos hábitos alimentarios, en especial con la ingesta rutinaria de grasas trans. Es probable que la presencia en la población sea mayor porque estas cifras corresponden a las personas que se acercaron a ser atendidas, lo que implica que son personas preocupadas por su salud o que se sienten mal, lo cual no es el caso de toda la población, por lo que es muy probable que sean muchos los panameños que padecen una Enfermedad crónica y no lo saben porque todavía no les ha dado síntomas.
A pesar del impacto negativo que tiene la obesidad en la salud de nuestra población, no encontré información sobre la posición oficial del país sobre este importante asunto. No en la página de ACODECO, tampoco en la página de la Asamblea Nacional. Por su parte la búsqueda en el MINSA arrojó información sobre las ENT, dieta saludable y guías alimentarias. No obstante, reconozco que en el artículo de opinión de Ministro de Salud, titulado Dieta Saludable, publicado el lunes 24 de julio de 2017, el ministro subraya que: “…cuando compre comida, debe fijarse en la etiqueta nutricional y los productos sanos, en general, no deben tener grasa industrial (trans), el porcentaje de sal debe ser por debajo de 6%. Las bebidas azucaradas artificialmente no son saludables para el organismo…” Y agregó que “…estamos analizando, en esta administración, la posibilidad de poner un etiquetado más práctico para que la población sepa qué alimentos tiene contenidos altos de sal, azúcar, grasa, etc. y así pueda escoger, con conocimiento, los alimentos que prefiera consumir…”. Manifestó creer personalmente “que sería una buena política de Estado, para disminuir la prevalencia de enfermedades producidas por el mal estilo de vida como la hipertensión arterial, diabetes, muchos tipos de cánceres, etc.”
Le recomiendo respetuosamente a nuestras autoridades que nos pongamos a trabajar en la aplicación de la guía REPLACE publicada recientemente por la Organización Mundial de la Salud. Allí nos orientan, paso a paso, sobre cómo eliminar las grasas trans producidas industrialmente del suministro mundial de alimentos.
La propuesta de la OMS en la próxima Asamblea Mundial
La eliminación de las grasas trans producidas industrialmente del suministro mundial de alimentos es una de las metas prioritarias del plan estratégico de la OMS: el proyecto de 13.o Programa General de Trabajo que guiará el trabajo de la OMS en el período 2019-2023. Este programa está en el temario de la 71.a Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará en Ginebra del 21 al 26 de mayo del 2018, a la cual, dicho de paso, asistirán nuestras autoridades. Como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de las Naciones Unidas, la comunidad mundial se ha comprometido a reducir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en un tercio para el 2030. La eliminación mundial de las grasas trans producidas industrialmente puede ayudar a alcanzar esta meta.
Para finalizar los invito a ver y escuchar al director de la Organización Mundial de la Salud, refiriéndose a este grave problema de salud pública, el siguiente Video (en inglés) .