Por segundo año consecutivo Conoce tus números es el lema escogido por la Organización Panamericana de la Salud para conmemorar en el mes de mayo el Día Mundial de la Hipertensión. No debe sorprendernos que se repita el lema, pues el problema persiste y cada vez es mayor la necesidad de aumentar el conocimiento y concientización de las poblaciones en todo el mundo sobre la presión arterial elevada. La OPS colabora además en la campaña “Por el corazón de América”, puesta en marcha con la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC) a través de su Consejo de Comunidad. El propósito de esta campaña es sensibilizar sobre la hipertensión y promover actividades de detección y control de la hipertensión arterial. Esta Campaña se realizará desde el jueves 17 de mayo hasta el miércoles 23 de mayo bajo el mismo lema “Conoce tus números”.
Aunque he escrito dos artículos sobre este mismo tema, consideré necesario volver a compartir con ustedes información internacional y nacional que nos ayude a abordar de manera integral este problema de salud pública que constituye el principal factor de riesgo para padecer y morir por enfermedades cardiovasculares.
Situación de la hipertensión de acuerdo con la OPS
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para padecer y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de forma prematura y es la segunda causa de discapacidad en el mundo. También es la principal causante de la enfermedad isquémica cardíaca y del accidente cerebrovascular. Otras complicaciones no menos importantes derivadas del mal control de la presión arterial son la cardiopatía dilatada, la insuficiencia cardíaca y las arritmias.
Entre el 20% y 35% de la población adulta de América Latina y el Caribe tiene hipertensión. El número de personas con hipertensión está aumentando en los últimos años y muchos desconocen su condición. De acuerdo con un estudio en cuatro países de Sudamérica, (Argentina, Chile, Colombia y Brasil), apenas el 57.1% de la población adulta que se estima con presión arterial alta sabe que tiene hipertensión, lo que contribuye al bajo nivel de control poblacional: sólo18.8% de los hipertensos adultos en estos cuatro países tiene la presión arterial controlada.
Si bien la hipertensión arterial no es curable, se puede prevenir y tratar para mantener las cifras de presión arterial por debajo de 140/90. El adecuado control es una medida costo-efectiva para evitar muertes prematuras. Si se logra tratar a la mitad de la población con hipertensión no controlada, incluyendo aquellos tratados con valores de presión arterial subóptimos y aquellos no tratados, en 10 años se podrían prevenir 10 millones de muertes en el mundo debidas a eventos cardiovasculares.
Situación nacional
En Panamá, de acuerdo a las “Estadísticas Vitales del INEC”, las enfermedades circulatorias, directamente relacionadas con la HTA, son responsables de más de 5,000 fallecimientos cada año y es muy probable que un elevado porcentaje de los fallecidos no supieron a tiempo que sufrían de hipertensión, o lo peor, no se controlaron adecuadamente la enfermedad. Por eso subrayo: “conoce tus números”, mídete la presión arterial y conoce cómo estás.
En ese sentido reviste enorme importancia el Censo de Salud Preventiva que desarrolla el Gobierno Nacional, a través del MINSA y la CSS, con el propósito de detectar si la persona padece de alguna enfermedad crónica y tomar las medidas para evitar que el paciente llegue a un estado crítico. Hasta el momento, se han censado a alrededor de 500 mil personas y se ha encontrado que el 37% de la población mayor de 40 años sufre de hipertensión arterial, lo cual evidencia la magnitud de este problema de salud. Pero la actividad se limita a las personas mayores 40 años y es sabido que muchas enfermedades no transmisibles aparecen desde los 30 años o incluso antes, como lo demuestran los datos nacionales y mundiales. Y si de factores de riesgo hablamos, también sabemos que un alto porcentaje de panameños consume alcohol desde temprana edad, no realiza suficiente actividad física, es fumador de tabaco y se alimenta en forma malsana. Así que no esperemos hasta cumplir los 40 años para ir a medirnos la presión o para comenzar a bajar el consumo de sal…
Recomendaciones generales para evitar la hipertensión arterial
Además de controlarnos regularmente en los establecimientos de salud disponibles, es necesario cambiar nuestros estilos de vida y tomar conciencia activa de que en la inmensa mayoría de los casos, la HTA y sus consecuencias son consecuencia de una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol. Los efectos de estos estilos de vida malsanos se manifiestan tarde o temprano en forma de hipertensión arterial, hiperglucemia, hiperlipidemia y sobrepeso u obesidad. La presencia de estos factores de riesgo en la población debe medirse de rutina en los centros de salud del MINSA y Policlínicas de la CSS pues son indicativos de un aumento del riesgo de sufrir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones como lo demuestran las estadísticas que nos proporciona el INEC y presenté al inicio
La Organización Mundial de la Salud nos ofrece además las siguientes recomendaciones.
A algunas personas les basta con modificar su modo de vida para controlar la tensión arterial, como abandonar el consumo de tabaco, adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio con asiduidad y evitar el uso nocivo del alcohol. La reducción de la ingesta de sal también puede ayudar. A otras personas, estos cambios les resultan insuficientes y necesitan tomar medicamentos con prescripción médica. Las personas con hipertensión que también tienen un alto nivel de azúcar en sangre, hipercolesterolemia o insuficiencia renal corren un riesgo incluso mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. Por tanto, es importante hacerse revisiones periódicas de la cantidad de azúcar y de colesterol en sangre y del nivel de albúmina en la orina.
Todos podemos adoptar cinco medidas para minimizar las probabilidades de padecer hipertensión y sus consecuencias adversas.
1. Dieta saludable:
- promover un modo de vida saludable, haciendo hincapié en una nutrición adecuada de niños y jóvenes;
- reducir la ingesta de sal a menos de 5 g. al día (algo menos de una cucharilla de café al día);
- comer cinco porciones de fruta y verdura al día;
- reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.
2. Evitar el uso nocivo del alcohol, esto es, limitar su ingesta a no más de una bebida estándar al día.
3. Actividad física:
- realizar actividad física de forma regular y promover la actividad física entre los niños y los jóvenes (al menos 30 minutos al día).
- mantener un peso normal: cada pérdida de 5 kg de exceso de peso puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.
4. Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.
5. Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo, mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.
Más información de la OMS la puedes encontrar en la página de la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud