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Alto al clientelismo político y la corrupciónAcabar con el clientelismo político es una condición absolutamente necesaria para avanzar en la transformación del sistema público de salud que queremos y necesitamos; fortaleciendo la capacidad del Ministerio de Salud y de la Caja de Seguro Social para cumplir con efectividad las competencias institucionales que requiere la Función Rectora del primero y las propias de la segunda, incluida la provisión de servicios y la garantía de la efectiva solvencia de nuestro programa de pensiones.

Pero ese fortalecimiento institucional que permitirá aprovechar los recursos humanos, físicos y financieros que tenemos disponibles, y desarrollar el sistema público de salud, solo será posible si erradicamos el nefasto clientelismo político que ha estado presente en la administración pública de los últimos tiempos, propiciando la corrupción impune que ha permitido la desviación de buena parte de nuestros recursos financieros hacia los bolsillos de terceros.

En ese contexto, comparto con ustedes el contenido completo de mi artículo publicado el día de hoy en La Estrella de Panamá bajo el mismo título: “Clientelismo político: el mayor obstáculo para el desarrollo del sistema público de salud”.

Comienzo destacando que me llenan de optimismo las declaraciones de nuestro presidente electo en torno a su compromiso con una lucha frontal contra la corrupción, pues ésta, tiene como principal origen el clientelismo político. Por lo tanto, el primer paso en la lucha contra la descomposición de nuestro sector público, comienza precisamente con un adecuado y transparente proceso de selección de las altas autoridades de nuestras instituciones de salud; propiciando así que las decisiones del aparato administrativo del Estado se utilicen exclusivamente para el beneficio de la población panameña.

En ese sentido, afirmado en la esperanza que ofrece el discurso de nuestro presidente electo, ofrezco algunas consideraciones para apoyar el difícil proceso de selección de las personas que ocuparán los cargos de Ministro de Salud y Director de la Caja de Seguro Social.

Consideraciones para erradicar el clientelismo político

Subrayo de entrada que tanto el ministro de salud, como el director de la CSS, deben ser profesionales de comprobada excelencia académica y experiencia para el cargo, además de poseer una comprobada capacidad de liderazgo efectivo, solvencia moral y ética. Nunca, bajo ninguna circunstancia deberían llegar al puesto producto exclusivo del clientelismo político, léase: compadrazgo, amiguismo, o del apoyo político al presidente durante la campaña. Y subrayo lo de exclusivo, porque sería ingenuo esperar que esa alta autoridad, no esté alineada con el ideario político del partido político del presidente de turno. Debe estarlo, pero hay que asegurar que, en ese contexto, cumpla con las condiciones arriba señaladas.

Es una buena idea que además cumpla con los requisitos de un proceso de selección transparente, que permita, que el mejor candidato, sin que exista favoritismo de índole alguna, sea nombrado por el presidente. Esto se hace de rutina en el caso de la selección del director de la CSS, pero… ¿por qué no podemos hacer algo similar para el ministro de salud? Les aseguro que sería mejor para el país, que esta máxima autoridad sea seleccionada, aunque sea de las filas del partido, pero seleccionada en base a formación, experiencia previa y méritos demostrables.

Pero además de reunir el perfil enunciado de idoneidad y competencia, y alejados del clientelismo político y los intereses económicos de grupos interesados, deberían poseer carácter, sensibilidad social, humanismo y humildad para el ejercicio de sus cargos.

Para el caso del Director de la CSS, es menester considerar además la necesidad de garantizar que la Junta Directiva esté libre del nefasto clientelismo político, y tenga la misma solvencia moral y ética, así como la suficiente capacidad, autonomía, transparencia y pureza para cumplir su función de llevar a cabo, dentro de los términos y condiciones establecidos en la Ley, el concurso y la selección oportuna de la “terna” de los candidatos más idóneos para la Dirección General, que habrán de remitir al presidente para su selección final.

Pero no es suficiente con tener los mejores hombres y mujeres en los principales cargos del sector salud. Será igualmente necesario para erradicar el clientelismo político y garantizar el necesario fortalecimiento institucional, que las personas para las direcciones técnicas de los niveles central y regional, sean seleccionadas mediante un “concurso público de méritos y oposición”, que permita cubrir las posiciones de manera ágil, transparente, eficiente y eficaz. Necesitamos los mejores profesionales, altamente capacitados, con experiencia y estabilidad. Capaces de asumir la responsabilidad por la ejecución, con eficiencia, de la política pública. Son ellos los que tienen la responsabilidad directa por los programas.

No obstante, hago justicia y destaco que, a pesar de los vaivenes políticos, y de la incapacidad demostrada por más de una alta autoridad; en el nivel Central y Regional del MINSA y de la CSS, tenemos recursos humanos técnicos, capaces y experimentados. Aunque propongo que sean sometidos a un proceso de selección (o ratificación), la inmensa mayoría de ellos poseen las competencias plenas para el ejercicio de sus funciones. Ocupan sus puestos en base a su excelencia profesional y experiencia en el quehacer institucional. Pero, en no pocas ocasiones ha faltado el respaldo político y financiero efectivo para el cumplimiento de las diferentes tareas institucionales.

Para terminar esta entrega, los invito a la lectura de mi artículo Impacto de la corrupción en salud, en el cual examino la situación de algunos indicadores de salud, enfermedad y muerte, así como sus factores de riesgo, e invito a reflexionar sobre cuáles  estrategias e intervenciones se dejaron de hacer para alcanzar la salud para todos, y se pudieron y podemos hacer cada año si contáramos con los miles de millones de balboas que van a parar a los bolsillos de políticos corruptos. No afirmo que por la corrupción y el clientelismo político, tenemos una determinada situación de salud, pero si afirmo que es un factor determinante de muchísimo peso.

Presupuesto combinado de la CSS y el MINSA

Tiene la palabra nuestro presidente electo, y nos toca a nosotros ejercer nuestro derecho de vigilar que se cumpla con el compromiso…

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