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Variantes del coronavirusAhora que cuatro variantes de preocupación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (causante de la enfermedad COVID-19) que hay en el mundo han sido detectadas en Panamá por los científicos del departamento de Investigación de Virología y Biotecnología y el departamento de Investigación en Genómica y Proteómica del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud; los panameños nos preguntamos ¿Qué tan preocupados debemos estar por las variantes del coronavirus?

La respuesta a esa pregunta nos la ofrece el reconocido virólogo Paulo H. Verardi, en el artículo publicado en la revista TheConversation, titulado en inglés “How worried should you be about coronavirus variants?” Me parecieron muy oportunos y atinados sus argumentos, por lo que les comparto hoy un resumen de la traducción libre del artículo, el cual complemento con información del reportaje que nos ofrece Aleida Samaniego en el diario La Prensa sobre este tema, y con datos actualizados que nos ofrece la OMS en su último informe, a la vez que los invito a la lectura de las publicaciones previas disponibles en el blog.

El autor comienza destacando que, aunque en USA se hayan administrado más de 171 millones de vacunas, la aparición de las variantes del coronavirus, son motivo de preocupación, porque la capacidad de mutar y adaptarse parece estar un paso por delante de nuestra capacidad de ganar inmunidad colectiva.

Por nuestra parte, hasta el día de ayer hemos vacunado más de 520,000 personas (12.5% de la población) en todo el territorio nacional, pero también el Instituto Gorgas ha detectado 15 casos con nuevas variantes de preocupación en el país. Y, tengamos presente que, en el Gorgas secuencian unos 100 genomas por mes, de los cuales el 60% se realiza de un muestreo aleatorio de casos reportados en áreas con una alta transmisión del virus, y el otro 40%, de otros sitios.

Variantes de preocupación del coronavirus: ¿cuáles y por qué?

De acuerdo con el reportaje de Aleida Samaniego citado al inicio:

  • “las variantes del coronavirus SARS-CoV-2 detectadas en el país son: sudafricana B.1.351, brasileña (P.1 y P.2), inglesa B.1.1.7 y la californiana B.1.427/B.1.429. La sudafricana fue identificada en un viajero que fue aislado y no hubo mayor problema; mientras que de la variante brasileña (P.1 y P2) se han confirmado 12 casos, de los cuales 9 son del linaje P.1 y 3, del P.2, mientras que hay otros casos en estudio. Además, en el Gorgas se ha detectado un caso con el linaje británico y otro con el californiano”.
  • “Los nuevos linajes son motivo de alarma entre la comunidad científica, ya que son más transmisibles que las variantes originales del coronavirus SARS-CoV-2. La mayoría de los casos detectados en Panamá es del linaje brasileño P.1, que se caracteriza por ser de 1.4 a 2.2 veces más transmisible que las variantes originales del virus. Otro aspecto que inquieta de este linaje es la presencia de tres mutaciones en el dominio de unión a receptor de la proteína Spike (K417T, E484K y N501Y), y el aumento de reinfecciones en el lugar donde se sospecha que se originó esta variante”.

Por su arte, el artículo de Paulo Verardi, señala lo siguiente sobre las variantes del coronavirus:

  • Los virus de ARN como el SARS-CoV-2 mutan constantemente a medida que hacen más copias de sí mismos. La mayoría de estas mutaciones terminan siendo desventajosas para el virus y, por lo tanto, desaparecen por selección natural. De vez en cuando, sin embargo, ofrecen un beneficio para el virus mutado o el denominado virus de variante genética. Un ejemplo sería una mutación que mejora la capacidad del virus para adherirse más estrechamente a las células humanas, mejorando así la replicación viral. Otro sería una mutación que permite que el virus se propague más fácilmente de persona a persona, aumentando así la transmisibilidad”.
  • Actualmente hay cinco variantes preocupantes que circulan en los Estados Unidos: el B.1.1.7, que se originó en el Reino Unido; el B.1.351., de origen sudafricano; el P.1., visto por primera vez en Brasil; y B.1.427 y B.1.429, ambos originarios de California. Cada una de estas variantes tiene una serie de mutaciones, y algunas de ellas son mutaciones clave en regiones críticas del genoma viral”.
  • Estas variantes son preocupantes por varias razones. En primer lugar, las variantes preocupantes del SARS-CoV-2 generalmente se transmiten de persona a persona al menos entre un 20% y un 50% más fácilmente. Esto les permite infectar a más personas y propagarse más rápida y ampliamente, convirtiéndose eventualmente en la cepa predominante”. Por ejemplo, la variante B.1.1.7 del Reino Unido que se detectó por primera vez en los EE. UU., en diciembre de 2020 es ahora la cepa circulante predominante en los EE. UU., Y representa aproximadamente el 27,2% de todos los casos a mediados de marzo. Asimismo, la variante P.1 detectada por primera vez en viajeros de Brasil en enero ahora está causando estragos en Brasil, donde está provocando un colapso del sistema de salud y provocó al menos 60,000 muertes en el mes de marzo”.
  • En segundo lugar, las variantes del coronavirus, SARS-CoV-2 también pueden provocar una enfermedad más grave y un aumento de las hospitalizaciones y muertes. En otras palabras, pueden tener una mayor virulencia. De hecho, un estudio reciente en Inglaterra sugiere que la variante B.1.1.7 causa enfermedades y mortalidad más graves”.
  • Otra preocupación es que estas nuevas variantes pueden escapar de la inmunidad provocada por la infección natural o nuestros esfuerzos de vacunación actuales. Por ejemplo, los anticuerpos de personas que se recuperaron después de la infección o que recibieron una vacuna pueden no ser capaces de unirse de manera tan eficiente a una nueva variante de virus, lo que resulta en una reducción de la neutralización de esa variante de virus. Esto podría conducir a reinfecciones y disminuir la efectividad de los tratamientos y vacunas actuales con anticuerpos monoclonales”.
  • Si bien es posible que las vacunas actuales no prevengan el COVID-19 sintomático leve causado por estas variantes del coronavirus, es probable que prevengan enfermedades moderadas y graves, y en particular hospitalizaciones y muertes. Esa es la buena noticia. Sin embargo, es imperativo asumir que las variantes actuales del SARS-CoV-2 probablemente continuarán evolucionando y adaptándose. En una encuesta reciente de 77 epidemiólogos de 28 países, la mayoría creía que dentro de un año las vacunas actuales podrían necesitar ser actualizadas para manejar mejor las nuevas variantes, y que la baja cobertura de vacunas probablemente facilitará la aparición de tales variantes”.

¿Cómo protegernos de estas variantes del coronavirus?

De acuerdo con la OMS, las medidas sociales y de salud pública (PHSM) que conocemos, deben mantenerse y fortalecerse para frenar o detener la propagación del SARS-CoV-2, incluidas las variantes del coronavirus recientemente informadas. La evidencia de varios países con transmisión extensa de COVID-19 ha indicado que la implementación del distanciamiento físico y otros PHSM, así como las medidas de prevención y control de infecciones (PCI) en los establecimientos de salud, ha sido eficaz para reducir la incidencia de casos de la enfermedad, las hospitalizaciones y las muertes.

Los resultados de los nuevos estudios que evalúan la transmisión, la gravedad y el impacto de las contramedidas médicas seguirán contribuyendo a informar sobre las medidas de PHSM y PCI empleadas por los Estados miembros. Se alienta a las autoridades nacionales y locales a continuar fortaleciendo las actividades existentes de PHSM, IPC y control de enfermedades, incluida la vigilancia epidemiológica, las pruebas estratégicas y la secuenciación sistemática del SARS-CoV-2 cuando sea factible.

Conclusión

Mi respuesta a la pregunta inicial es que , con mayúsculas y subrayado, tenemos que estar preocupados por las nuevas variantes del coronavirus. No obstante, como bien señala la comunidad científica, la clave para protegernos, radica en seguir haciendo lo que venimos haciendo: lavado de manos, higiene personal, usar máscaras, evitar las zonas mal ventiladas y practicar técnicas de distanciamiento social para ralentizar la transmisión y evitar nuevas oleadas impulsadas por estas nuevas variantes.

También necesitamos vacunar a la mayor cantidad de personas en tantos lugares y tan pronto como sea posible para reducir el número de casos y la probabilidad de que el virus genere nuevas variantes y escape de mutantes. Y para eso, es vital que los funcionarios de salud pública, los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales aborden la vacilación de las personas y la equidad de las vacunas tanto a nivel local como global.

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