Este lunes marcó el inicio de la Semana Mundial de Vacunación, y tendrá como lema “Las vacunas nos acercan”. Sin embrago, de acuerdo con la OMS, la pandemia ha pospuesto 60 campañas de vacunación masiva en 50 países, lo que coloca en riesgo de contraer enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y la poliomielitis a unos 228 millones de personas, en su mayoría niños. También ha hecho evidente la necesidad de sistemas de inmunización sólidos para garantizar que las personas estén protegidas contra el coronavirus y otros padecimientos.
En ese contexto comparto con ustedes resumen de traducción libre (en cursivas) del artículo en The Lancet titulado en inglés “2021: the beginning of a new era of immunizations?”, complementada con información sobre la Agenda de Inmunización 2030.
El editorial de la prestigiosa revista científica comienza subrayando que, “si bien el mundo está firmemente centrado en la eficacia, los eventos adversos, la concesión de licencias y la implementación de las vacunas COVID-19, la interrupción y las barreras para las vacunas de rutina durante la pandemia han atraído mucha menos atención. En ese sentido destaca que, “la Semana Mundial de la Inmunización presenta una oportunidad para reflexionar sobre el estado de los esfuerzos de inmunización para las enfermedades prevenibles por vacunación, cómo la pandemia COVID-19 ha afectado el progreso y qué lecciones pueden acelerar los esfuerzos para prevenir enfermedades a través de la inmunización”.
Agenda de Inmunización 2030
En el contexto de la celebración de esta semana mundial de vacunación, el editorial llama nuestra atención sobre al lanzamiento el 26 de abril de Agenda de Inmunización 2030. Esta nueva agenda establece una visión y una estrategia mundiales, ambiciosas y globales para las vacunas y la inmunización durante el decenio 2021-2030. Se basa en las enseñanzas extraídas, reconoce los problemas persistentes e inéditos que plantean las enfermedades infecciosas y aprovecha las nuevas oportunidades para afrontarlos. La AI2030 sitúa la inmunización como un factor clave para respetar el derecho fundamental de las personas a disfrutar del mayor grado posible de salud física y mental y también como una inversión de futuro a través de la creación de un mundo más sano, seguro y próspero para todos. Aspira a conseguir que mantengamos los avances alcanzados con tanto esfuerzo y también que logremos más sin dejar a nadie atrás, en ninguna circunstancia o etapa de la vida.
La Agenda de inmunización tiene tres objetivos de impacto:
- Reducir la mortalidad y la morbilidad de las enfermedades prevenibles mediante vacunación en toda la población a lo largo del curso vital.
- No dejar a nadie atrás, y para ello aumentar el acceso equitativo a las vacunas nuevas y existentes y su uso.
- Garantizar la salud y el bienestar para todos, y con este fin fortalecer la vacunación en la atención primaria de salud y contribuir al logro de la cobertura sanitaria universal y al desarrollo sostenible.
Continuando, el editorial de The Lancet señala que: “nadie estaría en desacuerdo con los objetivos de la agenda de inmunización. Es loable que se hayan tenido en cuenta las deficiencias anteriores y que el fortalecimiento de los sistemas de salud, especialmente en el nivel de atención primaria, se considere crucial para el progreso sostenible. Sin embargo, la clave del éxito será cómo implementar los planes nacionales y asegurar que el financiamiento sea sostenido. La pandemia de COVID-19 ha dificultado mucho esta tarea al interrumpir gravemente la inmunización de rutina. Debido a las restricciones de viaje, el despliegue de los escasos trabajadores de la salud para la atención de COVID-19, la escasez de equipo de protección personal y la interrupción de las cadenas de suministro, muchos países tendrán que brindar servicios de actualización y arriesgarse a brotes graves de enfermedades prevenibles por vacunación al aliviar el bloqueo. Las interrupciones en la recopilación de datos de encuestas significarán que las lagunas de datos dificultarán la identificación de los más necesitados. COVID-19 ha exacerbado aún más las desigualdades y la pobreza y ha provocado una migración masiva de las zonas urbanas a las rurales en muchos países, lo que dificulta el seguimiento de las personas que necesitan vacunas”.
En esta semana mundial de vacunación también se reconoce que “COVID-19 también ha catalizado nuevos enfoques para el desarrollo de vacunas y los esfuerzos de vacunación masiva que podrían llevarse adelante en los planes nacionales de inmunización de rutina y el desarrollo de vacunas en general. Se podrían utilizar centros de vacunación a corto plazo y se podrían ofrecer vacunas en la escuela o en el trabajo. Los registros electrónicos de inmunización deben desplegarse ampliamente para facilitar la recopilación de datos y la identificación de lagunas, prestando atención a la protección y seguridad de los datos. Acelerar el desarrollo de vacunas, las pruebas en ensayos y la concesión de licencias con una sólida vigilancia posterior a la concesión de licencias debería convertirse en la nueva norma. Las técnicas utilizadas para las vacunas COVID-19, como el uso de ARNm, podrían ser aplicables a otras enfermedades. Se ha iniciado la investigación en fase inicial de ARNm y vacunas contra el VIH basadas en vectores”.
El editorial sobre la semana mundial de vacunación termina manifestando que, “se ha logrado mucho mediante la vacunación, se han salvado muchas vidas y se han evitado discapacidades. La ciencia nos ha brindado opciones para muchas enfermedades, con más posibilidades en el horizonte. Es muy necesaria una nueva era para la vacunación y la agenda de inmunizaciones 2030 establece un marco muy bueno. Pero las dudas sobre las vacunas siguen siendo un tema importante a abordar. Y sin abordar las barreras subyacentes fundamentales de la inequidad, la pobreza, la postura política y la protección de los intereses comerciales, la próxima década no logrará mucho más que el pasado”.
Muchas gracias y felicitaciones, querido Jorge, por este artículo que nos ayuda a entender la actual pandemia.
Gracias amigo