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Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021

Comparto los mensajes clave de los capítulos de la publicación Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021 y los invito a la lectura del documento completo.

El informe fue preparado conjuntamente por la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud/Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud para las Américas (OPS/OMS), la Oficina Regional del Programa Mundial de Alimentos para América Latina y el Caribe (WFP) y la Oficina Regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia para América Latina y el Caribe (UNICEF).

Los datos y las conclusiones incluidas en esta publicación contribuirán al diálogo político para la recuperación pos-pandémica, que es fundamental para cerrar las brechas de igualdad y cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021

Capítulo 1. ODS 2.1: subalimentación e inseguridad alimentaria.

  • Los niveles de hambre e inseguridad alimentaria han aumentado en la región desde 2015, los que podría verse exacerbados por los efectos de la pandemia de COVID-19. Actualmente, la región está aún más lejos de alcanzar la meta 2.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria.
  • En 2020, la prevalencia del hambre en América Latina y el Caribe fue de 9,1%, la cifra más alta en los últimos quince añ Entre 2019 y 2020, la prevalencia del hambre en la región aumentó en 2 puntos porcentuales, lo que podría explicarse en parte a causa de los efectos de la pandemia de COVID-19. Esto significa que, en 2020, 59,7 millones de personas en la región estaban subalimentadas, es decir, 13,8 millones más que en 2019.
  • Mesoamérica fue la subregión que experimentó el crecimiento más elevado en la prevalencia del hambre entre 2019 y 2020, un alza de 2,5 puntos porcentuales, su valor más alto en los últimos veinte años. En 2020, la población subalimentada por subregión fue de 16,1% en el Caribe, 10,6% en Mesoamérica y 7,8% en Sudamérica.
  • En 2020, América Latina y el Caribe presentó una prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave de 41%, y una prevalencia de inseguridad alimentaria grave, es decir de las personas que pasaron hambre o pasaron un día entero sin comer, de 14%. Ante el contexto de la pandemia de la COVID-19, entre 2019 y 2020, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada y grave, creció en 9 puntos porcentuales. El más pronunciado en relación al resto de las regiones del mundo.
  • En 2020, 267 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe. Es decir, 60 millones más de personas que en 2019 no tuvieron acceso físico o económico a comida en cantidad o calidad suficiente para su salud y desarrollo.
  • Entre 2014 y 2020, la prevalencia moderada o grave de inseguridad alimentaria aumentó en 20,5 puntos porcentuales en Sudamérica, mientras en Mesoamérica el incremento fue de 7,3 puntos porcentuales durante el mismo periodo.

Capítulo 2. ODS 2.2: malnutrición

  • En los últimos 20 años, América Latina y el Caribe ha logrado progresos importantes en la reducción del retraso en el crecimiento en niños y niñas menores de 5 años, disminuyendo la prevalencia de 18% a 11,3%. Sin embargo, entre 2012 y 2020, el ritmo de decrecimiento se ha desacelerado, postergando el cumplimento de una de las metas asociadas al ODS 2: reducir el retraso en el crecimiento infantil a la mitad. Mesoamérica muestra la prevalencia más alta de este indicador (16,6%), seguido del Caribe (11,8%) y Sudamérica (8,6%).
  • En América Latina y el Caribe, la tasa de emaciación es de 1,3%, significativamente menor al promedio mundial (6,7%).
  • En la región, el sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años ha aumentado en los últimos 20 años. En 2020, la prevalencia era de 7,5%, 2 puntos porcentuales por encima del promedio mundial. Sudamérica exhibe la mayor prevalencia en este indicador (8,2%), seguida por el Caribe (6,6%) y Mesoamérica (6,3%). De mantenerse estas tendencias, ni la región o sus subregiones lograrán alcanzar la meta del ODS 2, que para 2030 el sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años se mantenga por debajo del 3%.
  • Durante 2019, la anemia en mujeres en edad reproductiva era de 17,2% en América Latina y el Caribe. Aunque bastante inferior al promedio mundial, en años recientes la región no ha progresado en la reducción de este indicador, poniendo en riesgo el cumplimiento de la meta asociada al ODS 2 de reducir la prevalencia en un 50% para 2030.

Capítulo 3. Indicadores nutricionales adicionales de la asamblea mundial de la salud

  • En 2016, la obesidad afectó a casi una cuarta parte (24,2%) de la población adulta en América Latina y el Caribe, muy por encima del promedio mundial (13,1%). Entre 2000 y 2016, todas las subregiones experimentaron incrementos significativos, siendo el Caribe la que mostró un ritmo de crecimiento más veloz, alcanzando una prevalencia del 24,7% (ligeramente mayor al promedio regional). La mayor prevalencia de la obesidad se da en Mesoamérica (27,3%), y la menor, en Sudamérica (23%).
  • La tasa regional de lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida es de 33,4%, bastante menor al promedio mundial (44%) y a la meta ODS (70%). Cabe señalar que Mesoamérica logró importantes avances en la materia entre 2012 y 2019, elevando la tasa de lactancia exclusiva en 11,6 puntos porcentuales, llegando a un total de 33,2% en 2016.
  • En América Latina y el Caribe, la prevalencia de bajo peso al nacer fue de 8,7% en 2015, no mostrando variaciones importantes entre 2000 y 2015. Aunque esto significa que no hubo grandes avances con respecto a la meta fijada por la Asamblea Mundial de la Salud (WHA, por sus siglas en inglés) de reducir el bajo peso al nacer en un 30%, vale la pena señalar que el promedio regional es considerablemente inferior a la media mundial (14,6%).

 

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