Abordar la barreras de acceso a servicios integrales de salud, centrados en la equidad y la solidaridad, teniendo como meta impulsar acciones que contribuyan a alcanzar la Cobertura Universal de Salud para todas las personas, en todas partes. Ese será el espíritu del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, pero debe orientar nuestro quehacer durante todo el año, bajo el lema “Salud universal: para todos y todas, en todas partes”.
En ese sentido le dedicaré esta entrega a recordar con ustedes las ideas centrales del documento “Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud”, la cual, aprobamos muy comprometidos, en la reunión del Consejo Directivo 53 de la Organización Panamericana de la Salud, llevado a cabo en 2014. Complementaré ese breve resumen, con algunas reflexiones sobre nuestros logros en cada línea estratégica, haciendo votos porque las nuevas autoridades retomen el compromiso y avancen hacia la Cobertura Universal de Salud, pues, luego de cinco años, los panameños seguimos esperando por el pleno y equitativo acceso a servicios integrales de salud.
Acceso a servicios integrales de salud y la Estrategia para la cobertura universal de salud
Al aprobar la Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, Panamá se comprometió a desarrollar los siguientes lineamientos:
Línea estratégica 1. Ampliar el acceso equitativo a servicios integrales de salud, de calidad, centrados en las personas y las comunidades
Nos comprometimos a “fortalecer o transformar la organización y la gestión de los servicios integrales de salud mediante el desarrollo de modelos de atención centrados en las necesidades de las personas y las comunidades, el aumento de la capacidad resolutiva del primer nivel, articulado en Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) y basado en la estrategia de atención primaria de salud, prestando atención a las necesidades específicas de los grupos en situación de vulnerabilidad”.
Como señalé en mi publicación “Fortalezas y debilidades del sistema de salud panameño”, aunque tenemos fortalezas, no son suficientes, y estamos lejos de alcanzar ese pleno y equitativo acceso a servicios integrales de salud; como lo demuestra una mirada sin triunfalismos a nuestros principales indicadores de morbilidad y mortalidad. No obstante, también tenemos oportunidades para salvar el sistema de salud, aprovechando nuestras fortalezas y la abundancia de bibliografía disponible desde la Concertación Nacional hasta la Mesa de Diálogo por la Salud, complementada por los aportes de la sociedad civil organizada.
Línea estratégica 2. Fortalecer la rectoría y la gobernanza
Nos comprometimos a “fortalecer la capacidad de rectoría de las autoridades nacionales garantizando las funciones esenciales de salud pública, y mejorando la gobernanza para el logro del acceso universal a servicios integrales de salud, y la cobertura universal de salud”.
En ese sentido, como señalé en mi reflexión previa sobre la Rectoría del MINSA, La evidencia disponible, me permite concluir que la capacidad de Rectoría del Ministerio de Salud es débil y requiere fortalecerse en todos los niveles. De lo contrario, no podremos avanzar en la construcción del sistema público de salud que queremos y menos, alcanzar el acceso a servicios integrales de salud que implica la cobertura universal de salud. No menos importante es la también débil Gerencia de la CSS. Sobran las evidencias que demuestran que los tres directores que ha tenido la institución en este período, no fueron capaces de garantizar a los asegurados, de forma continua, con eficiencia y calidad, los servicios de salud por los que pagan y se merecen.
Línea estratégica 3. Aumentar y mejorar el financiamiento, con equidad y eficiencia y avanzar hacia la eliminación del pago directo.
El compromiso nacional fue de “implementar un Modelo de Atención centrados en las personas y las comunidades y la provisión de servicios de calidad; alinear los mecanismos de pago con los objetivos del sistema; racionalizar la introducción y el uso de medicamentos y otras tecnologías de salud con un enfoque integrado y multidisciplinario, basado en evidencias; mejorar los mecanismos de abastecimiento de dispositivos médicos, medicamentos y otras tecnologías de salud, optimizar la gestión del suministro, aprovechar las economías de escala y adoptar procesos transparentes para la adquisición y luchar contra la corrupción”.
No obstante, de acuerdo con los integrantes de la Mesa de Diálogo por la Salud, el Modelo de Atención que se desarrolla por las instituciones del sistema de salud panameño, es un modelo centrado en la enfermedad, que no hace suficiente por promover el cultivo de estilos de vida saludables en la población. Ya sea porque la frecuencia de los mensajes es insuficiente, o porque los contenidos están redactados de una forma que no les llega a las personas.
No obstante, reconozco el esfuerzo iniciado con el Censo de salud preventiva. Es una iniciativa que debe fortañlecerse y mantener su desarrollo.
Sobre el asunto del financiamiento, el acceso a medicamentos y la lucha contra la corrupción, reitero que no es “por falta de dinero que nuestro sistema de salud está en crisis y no alcanzamos el pleno acceso a servicios integrales de salud, pues, cuando termine esta administración, ¡entre el MINSA y la CSS habrán manejado más de 34,000 millones de balboas. Esta cantidad de dinero, administrada de forma eficiente y sin corrupción, es más que suficiente cantidad de dinero para la rehabilitación de las instituciones que lo necesitan, la compra de equipos, medicamentos e insumos que necesitan los panameños.
Línea estratégica 4. Fortalecer la coordinación intersectorial para abordar los determinantes sociales de la salud.
Finalmente, para contribuir a alcanzar el acceso equitativo a servicios integrales de salud, nos comprometimos a “fortalecer mecanismos intersectoriales de coordinación y la capacidad de la autoridad nacional de salud para implementar con éxito políticas públicas y promover legislaciones, regulaciones y acciones más allá del sector salud que aborden los determinantes sociales de la salud”. Y más recientemente (en el 2017) también nos comprometimos con el desarrollo de la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030, cuya lectura completa recomiendo. El Objetivo 11 de dicha Agenda nos compromete a “desarrollar estrategias multisectoriales para reducir las inequidades en la salud al promover la salud y el bienestar mediante acciones sobre los determinantes de la salud”.
Abunda la literatura sobre este asunto. Ofrezco la lectura de mi artículo Determinantes Sociales de la Salud, en el cual hago un resumen de la bibliografía disponible. Así como del artículo “Impacto de los determinantes sociales en la salud”, en el que demuestro con cifras nacionales oficiales, el impacto de los determinantes en la salud, y el abordaje recomendable.
Desafíos, y perspectivas futuras para lograr el pleno acceso a servicios integrales de salud
Problemas que deberemos resolver de forma inmediata
- Debilidad de la Rectoría de la autoridad de salud y muy limitada capacidad para la gerencia efectiva de la CSS.
- Insuficiente (o ausente) coordinación intra y extra sectorial. Segmentación y fragmentación en los sistemas y servicios de salud.
- Ineficiencia demostrada en la gestión de los abundantes recursos financieros disponibles: Infraestructuras en mal estado. RRHH mal distribuidos. Carencia de insumos sanitarios, medicamentos y equipos.
- Modelo de atención que no contempla el abordaje de los Determinantes sociales de la salud. Centrado en el tratamiento de la enfermedad, con escasa capacidad resolutiva y de gestión, en todos los niveles.
- Inequidades en las condiciones de salud y el acceso a los servicios de salud, con resultados de salud por debajo de las expectativas, en algunos casos inaceptables, con diferencias regionales y por grupos étnicos.
Perspectivas futuras
A pesar de la problemática evidente que deberán abordar las próximas autoridades, contarán con un acervo de documentos y conocimientos para para salvar el sistema de salud, los cuales describí en mi publicación previa “Oportunidades para salvar el sistema de salud: ¿Qué haremos con ellas?”.
Y por favor, tengamos bien presente que la principal oportunidad para salvar el país son las elecciones que se llevarán a cabo en mayo del 2019. En ellas los panameños tendremos la ocasión de seleccionar a los candidatos con la suficiente solvencia moral y demostrada probidad para luchar contra el clientelismo político y la corrupción; rodearse de los mejores equipos para aprovechar las recomendaciones que nos ofrece la abundancia de documentos disponibles para ayudarnos a alcanzar el sistema de salud que queremos y necesitamos.
En relación al Censo de Salud Preventiva adelantado por la Mesa de Diálogo por la Salud considero que la iniciativa podría fortalecerse partiendo del conocimiento exacto de los siguientes informes:
• Estado situacional de los riesgos familiares en salud física y mental (con énfasis en las comunidades vulnerables)
• Cantidad de recursos materiales y humanos destinados a la protección de la salud.
• Indicadores de eficiencia y efectividad en la gestión de los recursos.
• Resultados esperados y alcanzados con las inversiones asignadas.
• Brechas cuantificadas de recursos y gestión.
Respecto a los puntos anteriores, la Mesa tiene la responsabilidad de establecer una hoja de ruta para el cambio de modelo con metas, plazos e indicadores precisos y alcanzables; definir las fuentes de financiamiento y fijar los perfiles técnicos de los encargados de lograr los objetivos concertados..