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Proteger el Capital Humano de Nuestros NiñosComparto los principales mensajes del estudio del Banco Mundial titulado Actuemos ya para Proteger el Capital Humano de Nuestros Niños: Los Costos y la Respuesta ante el Impacto de la Pandemia de COVID-19 en el Sector Educativo de América Latina y el Caribe, y los invito a la lectura completa del informe el Banco Mundial, el cual anexo al final de esta glosa.

El documento subraya de entrada que, la doble conmoción, sanitaria y económica, generada por la pandemia COVID-19 provocó, sin duda alguna, la mayor disrupción en la historia del sector educativo en la región de América Latina y el Caribe, llevando al cierre masivo de escuelas en todos los niveles educativos y afectando a más de 170 millones de estudiantes en toda la región.

Actuemos ya para Proteger el Capital Humano de Nuestros Niños: principales mensajes del estudio

La pandemia de la COVID-19 es, sin duda, el mayor shock jamás experimentado por el sector educativo a nivel mundial. Desde la aparición del primer caso a principios de 2020, la mayoría de los sistemas educativos se enfrentaron a un cierre repentino de las instituciones educativas en todos los niveles como medida sanitaria para controlar la propagación del SARS-COV-2, una nueva variante de la enfermedad del coronavirus. Mientras enfrentaban el doble desafío presentado por la enorme disrupción de los sistemas económico y sanitario afectados por la pandemia, los países de América Latina y el Caribe (ALC) se vieron obligados a adoptar un conjunto de estrategias de educación a distancia de forma de poder ofrecer contenidos educativos a la población estudiantil. Del estudio surgen tres mensajes principales:

Pobreza de aprendizaje

  • A pesar de los enormes esfuerzos realizados a la fecha por los sectores educativos de la región, los niveles de aprendizaje han sido fuerte y negativamente afectados en los países de ALC durante la pandemia, particularmente entre los niños y niñas más pobres. De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, ALC podría ser la segunda región con el mayor crecimiento absoluto en el indicador de “pobreza de aprendizaje”: la proporción de niños que no son capaces de leer y entender un texto simple al final de la primaria podría aumentar de 51 por ciento a 62.5 por ciento, lo que representaría aproximadamente un total de 7.6 millones adicionales de niños y niñas “pobres de aprendizaje”. ALC también podría ser una de las regiones con mayor aumento en la proporción de jóvenes de primer ciclo de secundaria debajo del nivel mínimo de rendimiento (BMP, por sus siglas en inglés), según el indicador que utiliza el puntaje de las pruebas internacionales PISA. Suponiendo una duración promedio de cierre de escuelas de 10 meses y una efectividad moderada de las medidas de mitigación tomadas, la proporción de estudiantes BMP en ALC podría aumentar de su nivel actual de 55 por ciento a 71 por ciento. Además, se estima que las pérdidas de aprendizaje en la región, también medidas por el puntaje promedio en PISA son sustancialmente mayores para los estudiantes más pobres que para los más ricos. Tal impacto ampliaría en un 12 por ciento la ya elevada brecha socioeconómica de aprendizajes.

Por nuestra parte, de acuerdo con el informe para Panamá de PISA: “uno de los hallazgos más importantes que nos indican los resultados de PISA 2018 es que en Panamá solo el 35% de nuestros estudiantes logran los niveles mínimos de competencias en lectura establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible con los cuales nos comprometimos en 2015. Esto se compara con el promedio de los países de la OECD del 79%. En matemática, encontramos que solo el 19% de nuestros estudiantes logran los niveles mínimos de competencia, comparado al promedio de 63% en los países de la OECD. Entre nuestros jóvenes entre 14 y 16 años fuera del sistema educativo oficial, apenas 3 de cada 100 aproximadamente logra estos estándares. También encontramos diferencias significativas según el índice socioeconómico, género, idiomas indígenas y no indígenas, centros oficiales y particulares, y áreas rurales y urbanas”.

No hay tiempo que perder

  • Los países de ALC deben garantizar, mediante políticas y financiamiento adecuados, que sus sistemas educativos estén listos para una reapertura segura y efectiva de las escuelas a nivel nacional para acelerar el proceso de recuperación y remediación de los dramáticos efectos negativos de la pandemia. A fin del año calendario 2020, se estimaba que los países de ALC habían perdido en promedio 159 días lectivos de educación presencial. Si bien la mayoría de los países de ALC ya han reabierto al menos parcialmente, el proceso en muchos países todavía avanza lentamente y algunos países aún no han fijado una fecha de reapertura de escuelas. Si bien no se puede controlar por completo el momento de la reapertura, lo que los gobiernos pueden y deben hacer es asegurarse de que sus sistemas educativos estén listos para una reapertura segura y efectiva. Con la capacidad y los recursos suficientes, las escuelas pueden implementar protocolos de salud e higiene adecuados al contexto sin mayores inconvenientes, especialmente en áreas con menor incidencia de casos. La reapertura también implica importantes decisiones pedagógicas y de gestión, sistémicas y focalizadas, para recuperar las pérdidas de aprendizaje esperadas. Es necesario proteger los fondos públicos destinados a la educación para que las escuelas puedan abrir siguiendo las medidas necesarias. En vista de las limitaciones presupuestarias, los recursos deben estar bien focalizados para ayudar a las escuelas y comunidades más afectadas, y los países deben comenzar a explorar cómo mejorar la eficiencia del gasto.

El Gobierno de Panamá está respondiendo a los hallazgos contenidos en el informe PISA, y dará seguimiento a las recomendaciones que de ellos se desprenden.

Aprovechando la ventana de oportunidad para proteger el capital humano de nuestros niños

  • Si bien los sistemas educativos de ALC enfrentan un desafío sin paralelo, esta situación excepcionalmente difícil abre una ventana de oportunidad para reconstruir los sistemas educativos para lograr que sean más efectivos, equitativos y resilientes. Los países de ALC deben aprovechar las buenas prácticas internacionales, regionales y nacionales que ya están a la vista, y que pueden adaptarse y ampliarse para acelerar el aprendizaje y mejorar la equidad. Se podrían adoptar de forma más permanente muchas de estas iniciativas innovadoras. El uso inteligente de la tecnología, asociado con un mejor y mayor aprovechamiento de la información proveniente de las bases de datos, puede brindar oportunidades a largo plazo para ahorrar costos, apoyar una mejor enseñanza y aprendizaje, especialmente para los más vulnerables, y fortalecer la gestión del sector educativo. La pandemia COVID-19 también podría ser una oportunidad para transformar los sistemas educativos desarrollando una nueva visión donde un aprendizaje de calidad esté disponible para todos los estudiantes, en todo lugar. El tiempo de actuar es ahora.

Por nuestra parte, el Pilar Estratégico no. 5 del PEG 2019-2024, dedicado a la educación, ciencia, tecnología y cultura, propone, y está retomando _ ahora que comenzamos a controlar la epidemia y recuperar la economía _ el desarrollo de una educación inclusiva, equitativa y de calidad, a la vez que se promueven oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Publicación completa del Banco Mundial

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