Los invito a conocer y sumarse al programa Familias Fuertes. Se trata de una iniciativa dirigida a los padres de familia y adolescentes, que ha demostrado reducir la probabilidad del abuso de sustancias psicotrópicas y otros comportamientos de riesgo asociados a los adolescentes, incluyendo el VIH/SIDA y la salud sexual y reproductiva.
Esta incitativa tiene gran relevancia para nosotros pues podemos hacer más para cuidar la salud y bienestar de nuestros adolescentes, como lo demuestra que cada año pierdan la vida un promedio de 150 adolescentes por causas externas de la mortalidad, todas ellas posiblemente relacionadas en forma directa o indirecta con el consumo de alcohol y drogas. Además, también cada año, se diagnostican alrededor de 75 nuevos casos de VIH/SIDA en nuestros adolescentes.
Comparto un resumen de la información disponible en la página Web de la OPS y los invito a aprovechar el apoyo técnico disponible en la Representación local de la OPS/OMS en Panamá.
La prevención: una inversión en salud
De acuerdo con la OPS, “América Latina cuenta actualmente con el mayor porcentaje de población joven (de entre 10 y 24 años) en su historia: 232 millones de personas que representan 24.5% de la población total”. En nuestro país, de acuerdo con el INEC, el porcentaje de población adolescente (de entre 10 y 19 años) se estimó en el 2021 en 17%, equivalente a 727,429 adolescentes.
Agrega la organización que “en la región, la violencia interpersonal, el consumo de drogas y las autolesiones son algunas de las principales causas de mortalidad en adolescentes de entre 10 y 19 años. De acuerdo con la OPS, muchos hábitos perjudiciales para la salud son adquiridos durante las etapas de la adolescencia y la juventud, y son manifestados más adelante como problemas de salud”.
Familias fuertes: ¿de qué estamos hablando?
De acuerdo con la OPS, “el programa es una intervención primaria de capacitación en habilidades de crianza y relación familiar para prevenir conductas de riesgo en jóvenes entre 10 y 14 años de edad. Forma parte de la Estrategia Regional para mejorar la Salud de Adolescentes y Jóvenes de la OPS. Ha sido adecuado del programa original Iowa Strengthening Families Program (ISFP), a la realidad social y cultural de América Latina, en reconocimiento al rol de la familia en la salud de los adolescentes y la importancia de incluirla en estos esfuerzos programáticos”.
El programa consiste en un currículo de desarrollo de habilidades para padres, adolescentes y la familia como un todo, dividido en siete sesiones durante las cuales se implementa el uso de videos, talleres de análisis, juegos educativos y actividades familiares.
“Más de 200,000 adolescentes en América Latina han participado en el programa Familias Fuertes: amor y límites de la Organización Panamericana de la Salud que brinda herramientas a padres de adolescentes para que puedan acompañar a sus hijos y ayudarlos a prevenir conductas de riesgo, como el consumo de drogas”.
“El primer país en América Latina en implementar el Programa Familias Fuertes fue El Salvador. Los resultados preliminares demostraron efectos positivos en el uso de tabaco, alcohol y en la prevención de la violencia. Seguidamente la OPS adaptó el programa también en la República Dominicana, Nicaragua, Perú, Honduras y Chile”. ¡Estamos pendientes!
Agrega la OPS que, “los resultados del Programa Familias Fuertes han demostrado importantes resultados de impacto en la prevención del abuso de alcohol y otras substancias psicotrópicas en adolescentes, no sólo en el corto plazo, sino que su efecto se ha incrementado en el tiempo. De igual manera, en el contexto Latinoamericano el programa ha sido evaluado mostrando en adultos y en adolescentes evidentes mejoras en la relación familiar y en otras conductas que comprometen la salud como el uso del tabaco y del alcohol y en la prevención de violencia. El programa ha sido diseñado para llegar a la población general y es apropiado para padres y adolescentes de todos los niveles educativos, poniendo especial atención a la diversidad de las estructuras y dinámicas familiares existentes”.
Objetivos del Programa Familias Fuertes
El objetivo general del programa Familias Fuertes es “orientar a las familias provenientes de América Latina a mejorar la salud y el desarrollo de adolescentes entre 10-14 años y prevenir conductas de riesgo a través de la promoción de la comunicación entre padres e hijos. La meta es fomentar un entorno de protección y prevención del abuso de substancias y otras conductas que comprometan la salud de los adolescentes”.
Subraya la OPS que “el programa Familias Fuertes se focaliza en la adolescencia temprana como período clave para la prevención. En esta etapa las conductas de riesgo aún no se han presentado o recién se están instalando”.
Resultados esperados para los adolescentes en las familias fuertes
- Fortalecimiento de sus capacidades para tener una mejor comunicación con sus padres, para tomar decisiones saludables y prevenir conductas de riesgo.
- Desarrollo de habilidades efectivas para protegerse de conductas de riesgo, enfrentar el estrés y la presión de grupo, elegir buenos amigos y mostrar una conducta prosocial.
- Conocimiento de las orientaciones efectivas sobre su futuro, el valor de seguir las reglas y saber apreciar el esfuerzo que hacen sus padres en su crianza.
- Desarrollo de proyectos de vida, promoviendo sus derechos y habilidades de pensamiento abstracto para desglosar los elementos que necesita para cumplirlos y el pensamiento ejecutivo para desarrollar un plan de acción para alcanzarlos.
Resultados esperados para los padres
- Aprendizaje de habilidades de conexión emocional, promoción de soporte y proximidad a sus hijos así como las maneras efectivas de disciplinar, orientar e informar, tratar afectivamente y escuchar a sus hijos con empatía.
- Conocimientos para usar de los métodos de monitoreo efectivos para la crianza y para ayudar a sus hijos alcanzar la autonomía.
- Abogacía por el acceso a redes sociales de adultos significativos y a servicios.
Resultados esperados para la familia
- El bienestar de todos los miembros de la familia.
- Formación de familias caracterizadas por ser fuertes, unidas, comunicadas, informadas, con responsabilidad social y participantes en la prevención de conductas de riesgo.
Resultados esperados para la comunidad
- Comunidades fuertes, seguras y con bienestar.
- Promoción del desarrollo local a través de la mejoría en la calidad de salud, disminución del uso de tabaco, abuso del alcohol y otras substancias psicotrópicas, la prevención de la violencia y prácticas sexuales no seguras entre los adolescentes de 10 y 14 años de edad.
- Comunidades fortalecidas y responsables de los logros de objetivos planteados por la intervención.