Seleccionar página

¿Podremos actualizar las vacunas contra la COVID-19 si el virus se vuelve resistente?Los invito a la lectura del reportaje de la BBC/MUNDO en el cual nos ofrece argumentos sobre la posible necesidad de actualizar las vacunas contra la COVID-19, en caso de que las nuevas mutaciones se vuelvan resistentes contra las vacunas que tenemos actualmente.

De acuerdo a los autores, y confieso que coincido con ellos, esta situación de la resistencia a las vacunas, es un temor que está en la mente de muchos, sobre todo ahora que, ya han aparecido mutaciones en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, que ya comenzaron a propagarse en otros países. Pero vayamos al contenido del artículo de la BBC, complementado con información que nos ofrece la OMS sobre el tema, y busquemos en su contenido respuestas sobre cómo actualizar las vacunas contra la COVID-19, y qué tan fácil sería actualizarlas si el patógeno se vuelve resistente.

De acuerdo con los autores, “aunque los principales fabricantes aseguran que sus compuestos seguirán funcionando contra estas nuevas mutaciones, ya se ha conocido que estas vacunas pierden cierta eficacia ante la mutación sudafricana”. Sobre esto subrayan que, “en los últimos días se hizo público que la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca protegía menos contra casos moderados de enfermedad por COVID-19 en la variante sudafricana, aunque se trata de pequeños estudios y por ahora parece que las dosis seguirían protegiendo contra casos graves y hospitalizaciones”. Lo cual, de algún modo es una buena noticia.

Por otra parte, y también es una buena noticia, “hace unas semanas, el fabricante estadounidense Moderna ya había anunciado que adaptaría su compuesto contra esta mutación”. En resumen, de acuerdo a la BBC, “se trata de un escenario que los científicos no descartan: que las vacunas de las que disponemos pierdan algo de efectividad ante las nuevas variantes

Sin embargo, actualizar o modificar una vacuna no es algo nuevo y ya se hace cada año con la de la gripe estacional. Por lo tanto, parece factible actualizar las vacunas contra la COVID-19 y hacerlo rápidamente, ya que, los virus, como afirma la BBC, “mutan constantemente y el actual coronavirus ya lo ha hecho varias veces desde que se detectara por primera vez en Wuhan”. El asunto es que: “el tiempo de modificación de las vacunas varía según los fabricantes y la tecnología empleada. Puede tomar semanas o meses”.

Pero antes de pensar en actualizar las vacunas contra la COVID-19, es preciso que contengamos la transmisión, a fin de disminuir las posibilidades de que el virus mute. Para eso tenemos dos estrategias que debemos fortalecer: lo primero es que tenemos que mantener las medidas de seguridad que conocemos a fin de contener la transmisión del virus; más importante será vacunar rápidamente a la mayor cantidad de población, procurando alcanzar el 70% de cobertura necesaria para alcanzar la inmunidad de rebaño y “cortar” la transmisión del microbio.

Por otro lado, de acuerdo con el citado portal de noticias de la BBC, entrevistando a Julian Tang, profesor de virología de la Universidad de Leicester en Reino Unido. “para corregir o actualizar una vacuna, incluso si una nueva variante es más resistente, debe comprobarse que esa vacuna ha dejado de ser significativamente eficaz ante la nueva versión del virus“.

Subraya el especialista que, “para que virus reduzca significativamente la eficacia de una vacuna, este debe mutar considerablemente”. Es decir, que, “si un virus cambia y hace que las vacunas sean menos eficaces, eso no significa que estas no sigan funcionando con un grado considerable de efectividad”. Agrega para nuestra tranquilidad que, “es que es bastante inusual que un virus mute de forma tan radical como para que burle completamente la protección de una vacuna”. Y que, “los virus deben mantener cierta forma para seguir infectando células. No pueden cambiar mucho más. Es labor de los fabricantes vigilar las mutaciones y decidir si merecen modificar la vacuna“.

Sin embargo, no todo es color de rosa. Pues, como nos explica Tang, en el artículo de la BBC, “el gran peligro actual es que, si de repente una mutación inutiliza los millones de vacunas que se están distribuyendo, esto interrumpiría la inmunización global y desecharía lo producido”, añadiendo como para bajar tensiones, “aún es pronto para asumir este escenario”.

Opiniones de los expertos sobre la actualización de vacunas

Pero vayamos a la pregunta inicial: ¿podremos actualizar las vacunas contra la COVID-19? Sobre esto señala la publicación que, modificar una vacuna depende de su diseño y la técnica que utilice. Veamos los argumentos que nos ofrecen los expertos:

  • De acuerdo con José Manuel Bautista, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, en España. “En el caso de las vacunas basadas en la molécula ARN mensajero (ARNm), como la de Pfizer, o en vectores virales, como la de la Universidad de Oxford, la actualización se completaría bastante rápido, en una o pocas semanas. Esto es porque solo se necesita actualizar el fragmento del código genético del virus que contiene la nueva mutación“. Agrega Bautista, refiriéndose la vacuna contra la gripe: “cada año se analizan las variantes circulantes de la gripe por el mundo, que no siempre coinciden en el mismo hemisferio o continente. Entonces, cada país prepara vacunas específicas para esas variantes. Algo parecido sucedería con el coronavirus si se da el caso
  • Por su parte, el profesor Andy Pollard, de la Universidad de Oxford, ya ha confirmado que su equipo está trabajando en actualizar su vacuna para hacerla más efectiva ante las mutaciones emergentes y espera tenerla lista para el próximo otoño. Afirme que, “actualizar una nueva vacuna es algo muy, muy rápido porque básicamente consiste en sustituir la secuencia genética presente en la llamada proteína de espiga del virus“. “En el caso de la vacuna de Oxford y AstraZeneca, esta tomaría una o pocas semanas en modificarse”.
  • De acuerdo con Tang, el proceso tomaría algunos meses más en las vacunas que utilizan virus inactivos o subunidades de proteína, como sería el caso de la vacuna china Coronavac y la estadounidense Novavax, respectivamente. En estos casos, “primero se necesita cultivar el virus o su proteína en un laboratorio y luego purificarlo e inactivarlo para convertirse en una vacuna a gran escala, lo cual toma su tiempo”.
  • En cualquier caso, el doctor Andrew Badley, profesor de medicina molecular de la Clínica Mayo en Estados Unidos, asegura que “modificar una vacuna es mucho más sencillo que crear una desde cero, pero que no es un ejercicio trivial y requiere nuevos chequeos de seguridad y efectividad inmunológica”.

Finalmente los invito a escuchar las explicaciones de la Dra. Soumya Swaminathan, científico jefe de la OMS el Episodio 20 de la serie Science in 5 de la OMS, en el nos ofrece argumentos sobre ¿cuán preocupados deberíamos estar por las nuevas variantes de SARS CoV 2 que causan COVID-19? ¿Es inusual que los virus cambien y muten? ¿Las vacunas protegen contra estas variantes y qué puede hacer usted para protegerse?

 

A %d blogueros les gusta esto: