Escuelas Saludables y Pacto del Bicentenario es un llamamiento a dar cumplimiento a los Acuerdos del Pacto del Bicentenario, aprovechando la vuelta a clases a partir del 7 de marzo venidero, cuando, luego de más de dos años del cierre de nuestras escuelas como parte de la estrategia nacional para enfrentar la epidemia de COVID-19, afrontaremos el gran desafío de retomar la educación presencial y comenzar la recuperación de la enorme pérdida de aprendizaje sufrida por nuestra niñez y adolescencia.
En ese contexto, hay al menos dos consideraciones que matizan esta vuelta a las clases. Lo primero es el mandato ciudadano expresado por la población en once Acuerdos del Pacto del Bicentenario que proponen la hoja de ruta para asegurar educación de calidad a los grupos y territorios más marginados, a la vez que se aseguran mayores estándares y formalidad a la carrera docente. Por otro lado, debemos aprovechar la vuelta a clases para introducir la estrategia de Escuelas Saludables.
Ambas deberían ser consideradas como prioritarias por el Ejecutivo, pues son consistentes con el espíritu subyacente y las actividades propuestas en el Pilar Educación en el Plan Estratégico de Gobierno 2019-2024, cuando subraya que, la educación es el pilar para transformar la realidad cotidiana y existencial de los panameños, nuestra condición socioeconómica y calidad de vida; al tiempo que aspiramos avanzar con determinación y paso firme, en el proceso de cambio de las perspectivas económicas, sociales, políticas y de desarrollo sostenible, de la sociedad donde vivimos. En ese contexto, basado en mi columna de opinión del día de ayer en La Estrella de Panamá, me refiero continuación a las dos consideraciones subrayando de entrada que, el éxito de la primera necesita del cumplimiento con lo planteado en los Acuerdos.
Escuelas saludables Pacto del Bicentenario
Escuelas saludables
Sobre el asunto de las Escuelas Saludables, es obligatorio comenzar poniendo de relieve que, la apertura escolar que emprenderemos debe mantener el esfuerzo en la identificación y control de los riesgos relacionados con la epidemia de COVID-19, la búsqueda de los mayores beneficios educativos, de bienestar y de salud para los estudiantes, el personal docente y auxiliar y la sociedad en general. Si no mantenemos el esfuerzo y nos confiamos, corremos el riesgo de perder todo lo alcanzado.
Por otro lado, debemos aprovechar la nueva apertura para proponer como propósito complementario a la educación formal, convertir nuestros establecimientos educativos en Escuelas Saludables. Aquellas que integren en su contenido curricular y cultura organizacional, las políticas actuales sobre promoción de la salud en el ámbito escolar, entendida ésta como la capacidad de coordinar y ejecutar políticas de salud, educación, bienestar y ambientales, entre otras.
Especial relevancia debe tener inculcar en nuestra niñez la necesidad de tomar conciencia y mejorar nuestros hábitos y desarrollar estilos de vida para cuidar la salud y no ponernos en riesgo. Recordemos que cuatro de diez niños sufren obesidad o sobrepeso, lo que en el futuro aumenta la probabilidad de desencadenar en su vida adulta Enfermedades No Transmisibles (ENT) como: diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, así como varios tipos de cánceres, que no solo son causa de mortalidad prematura, sino también de morbilidad a largo plazo.
Pero una escuela promotora de la salud no solo se centra en fomentar la salud y el comportamiento saludable, al ofrecer alimentación nutritiva y actividad física. La propuesta debe convocar a todos los sectores y a la sociedad civil con el propósito común de promover el desarrollo humano y social de la comunidad educativa, buscando además complementar y potencializar las responsabilidades de los diferentes actores de la sociedad civil comprometidos en los ámbitos municipal, distrital, departamental y nacional.
Finalmente, como sugerí al inicio de esta glosa, la exitosa vuelta a las aulas y el desarrollo de la propuesta de Escuelas Saludables requiere de la atención a las demandas ciudadanas expresadas en los Acuerdos del Pacto del Bicentenario. Veamos las que considero más relevantes.
Acuerdos sobre Educación en el Pacto del Bicentenario
La Comisión de Educación elaboró 11 acuerdos, agrupados en los siguientes temas principales: apoyo a estudiantes (1), infraestructura (3), sistema educativo (4) y acceso a Internet (3). El horizonte común al que apuntan los acuerdos de esta comisión es doble; por una parte, asegurar educación de calidad a los grupos y territorios más marginados y, por la otra, asegurar mayores estándares y formalidad a la carrera docente.
- En relación con Apoyo a estudiantes, los acuerdos señalan que no hay equidad en las ayudas públicas a los estudiantes. Para hacer frente a esta brecha, se propone el diseño de una política pública de apoyo estudiantil que equipare oportunidades de acuerdo con las necesidades específicas de cada grupo.
- Respecto de Infraestructura, se constata que la infraestructura y los equipamientos educativos son insuficientes y con estándares de calidad inadecuados. Falta de planificación y mantenimiento. Se propone desarrollar una política de inversión y mantenimiento con presupuesto adecuado; procesos administrativos eficaces para la gestión, construcción y mantenimiento de la infraestructura y el equipamiento; actualización de los estándares de calidad y de la información de inventarios.
- Sobre el Sistema educativo, se señala que hay dificultades de acceso a educación de calidad en las comarcas y zonas rurales, así como problemas en la provisión de servicios básicos, como agua y alimentación en sus establecimientos. Hay poca coherencia en las políticas que inciden sobre el desarrollo profesional docente y falta comunicación entre los actores del sistema educativo. Frente a ello, se propone aumentar los recursos de educación para las comarcas y zonas apartadas; formalizar en una ley la carrera profesional docente y aumentar las exigencias para el ingreso a ella e implementar una estrategia comunicacional para el sistema educacional.
- En relación con el Acceso a Internet, la brecha es que los estudiantes y docentes no cuentan ni con la infraestructura ni con las competencias para el uso educativo de los medios digitales en condiciones de equidad. La provisión de Internet está ausente o es de baja calidad. Se propone la realización de un diagnóstico actualizado sobre la realidad de la conectividad y de las competencias de uso. Implementar un plan nacional urgente de provisión de internet a todos los y las estudiantes, incluyendo la provisión de la energía eléctrica necesaria.
Tienen la palabra nuestras autoridades para hacer brillar la Estrella de la Educación.