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Actitudes de los padres y vacunas COVID-19 para niños

Ahora que vamos a comenzar un nuevo año escolar cobra especial relevancia conocer las actitudes de los padres hacia las vacunas COVID-19 para niños y formular estrategias que nos ayuden a ganar la confianza de los padres en las vacunas y retomar con seguridad la educación presencial.

En ese contexto consideré conveniente compartir con ustedes en esta entrega un resumen de la encuesta de Kaiser Family Foundation, correspondiente a octubre de 2021, dedicada a conocer las actitudes de los padres hacia las vacunas COVID-19 para niños. Aunque las referencias son a los E.E.U.U., considero que son aplicables a nuestra realidad.

Actitudes de los padres y vacunas COVID-19 para niños : una breve mirada al contexto

De acuerdo con la encuesta realizada por el Monitor de vacunas KFF COVID-19, los padres de niños de 5 a 11 años citan una variedad de preocupaciones cuando se trata de vacunar a sus hijos contra el COVID-19, y los problemas de seguridad encabezan la lista.

  • Más de siete de cada diez padres de niños de 5 a 11 años dicen que están “muy” o “algo” preocupados porque no se sabe lo suficiente sobre los efectos a largo plazo de la vacuna contra el COVID-19 en los niños (76%) o en sus hijos podría experimentar efectos secundarios graves de la vacuna COVID-19 (71%).
  • Además, dos tercios dicen que les preocupa que la vacuna pueda afectar negativamente la fertilidad de sus hijos en el futuro, a pesar de que los CDC afirman que no hay evidencia de que las vacunas COVID-19 causen problemas de fertilidad. Hablando de posibles mandatos de vacunación escolar, más de la mitad (53%) de los padres están preocupados de que sus hijos deban vacunarse contra el COVID-19, incluso si no quieren que lo hagan.
  • El Monitor de vacunas COVID-19 de KFF encuentra que aproximadamente tres de cada diez padres (27 %) dicen que vacunarán a sus hijos de 5 a 11 años “de inmediato” una vez que se autorice una vacuna para su grupo de edad, estadísticamente similar a los porcentajes que dijeron que lo mismo en septiembre y en julio.
  • Un tercio de los padres dice que “esperará y verá” cómo funciona la vacuna antes de vacunar a sus hijos de 5 a 11 años, mientras que tres de cada diez dicen que definitivamente no vacunarán a sus hijos de 5 a 11 años (30%) y 5 El % dice que solo lo hará si su escuela lo requiere.
  • Porcentajes más pequeños de padres expresan preocupaciones relacionadas con el acceso o las barreras relacionadas con la información para la vacunación, incluido aproximadamente un tercio (35 %) que está preocupado de que podría necesitar ausentarse del trabajo para vacunar a sus hijos o cuidarlos si experimentan efectos secundarios. Una cuarta parte está preocupada porque no podrá vacunar a su hijo en un lugar de confianza o tendrá que pagar un costo de bolsillo, y uno de cada cinco (19%) que está preocupado porque puede tienen dificultades para viajar a un lugar de vacunación.

¿Una situación paradójica?

No obstante, esto es realmente una paradoja, pues los CDC informan que más del 90% de los niños estadounidenses de hasta 24 meses de edad están inmunizados mediante inyección contra varias enfermedades, como el sarampión, las paperas y la rubéola; casi el 93% ha recibido al menos 3 de las 4 inyecciones recomendadas de vacuna contra la poliomielitis. Y aproximadamente el 95% de los niños de kínder habían recibido las vacunas requeridas por el estado para el año escolar 2019-2020.

En nuestro país, de acuerdo con publicación del Hospital del Niño José Renán Esquivel, el año pasado, del total de casos que se vieron en la institución por COVID-19, 436 pacientes requirieron hospitalización y 13 fallecieron. Por otro lado, de acuerdo con el comunicado 728 del MINSA, correspondiente al día de ayer, el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) informa que en Panamá se han aplicado 7,544,896 dosis de vacunas contra la Covid-19, de los cuales 3,331,140 son primera dosis; 2,923,513 segunda dosis; 1,279,720 dosis de refuerzo. La cobertura de la población meta que es a partir de los 5 años es de 83.9% con primera dosis; 73.6% con segunda dosis. El 48.2% de la población de 16 años en adelante está cubierta con dosis de refuerzo y apenas el 30.4% de la población pediátrica (5 a 11 años) está cubierta con dosis contra el coronavirus.

En Panamá, como se aprecia en la siguiente gráfica, nuestro Programa nacional de inmunizaciones es de los más completos en el continente, ofreciendo las vacunas necesarias para el crecimiento y desarrollo saludable de nuestra niñez.

Entonces, ¿por qué los padres dudan más cuando se trata de la vacuna contra la COVID-19? La respuesta está relacionada con la familiaridad con las vacunas en cuestión, ya que la primera vacuna contra el COVID-19 se creó el año pasado. Todavía es un territorio relativamente desconocido. Y a diferencia de los padres de la década de 1960, los padres de hoy pueden verse inundados de mensajes en las redes sociales y en Internet que promueven información errónea o desconfianza en las vacunas. En la encuesta de KFF citada antes, la falta de antecedentes con la vacuna COVID-19 fue la principal preocupación entre los padres con niños de 5 a 11 años. “Las mayores preocupaciones son los posibles efectos desconocidos a largo plazo y los efectos secundarios graves de la vacuna”.

En Panamá la “infodemia” ha estado presente desde el inicio como un factor distorsionador de la verdad, y los antivacunas han aprovechado para obstaculizar las acciones de vacunación establecidas por la autoridad de Salud, por lo que es evidente la necesidad de una sólida campaña de comunicación, basada en información científicamente verificable que se gane la confianza de los padres de familia para vacunar a tantos niños como sea posible y tener un exitoso año escolar que permita retomar plenamente la educación presencial.

 

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