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La atención de salud que queremos los panameños está directamente relacionada con el cumplimiento del MINSA con las Funciones Esenciales de Salud Pública, que a su vez, están directamente relacionadas con la atención de salud que queremos. En ese sentido compartiré en esta publicación el detalle de la última evaluación del cumplimiento de estas funciones por el MINSA. Para ello me valdré de las gráficas que están disponibles para el público en la página Web del MINSA, como parte de política de transparencia, pero consideré muy necesario insistir en el tema porque su resolución está pendiente.

Aunque es evidente que los resultados son negativos, reconozco y felicito el valor y el esfuerzo del equipo técnico del MINSA, tanto por hacer disponible la información, como por formular un plan que les permitirá ejecutar las intervenciones necesarias para superar las falencias encontradas. Ojala y el Despacho Superior, les brinde todo el apoyo político y financiero, efectivo y comprometido que requerirá darle la vuelta a esta situación. Veamos…

La atención de salud que queremos

  • Los panameños queremos acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, a través del fortalecimiento de la estrategia de Atención Primaria de Salud. Eso significa que todos tengamos acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud, adecuados, oportunos, de calidad, distribuidos en todo el país, de acuerdo con nuestras necesidades. También queremos que se respeten nuestros derechos, que nos brinden acciones integrales de promoción, protección, conservación, y rehabilitación de la salud durante toda nuestra vida. Que no tengamos que buscar algunas de esas acciones en una clínica privada, afectando aún más nuestra maltrecha economía.
  • Demandamos una atención Humanizada, donde podamos sentir que se nos trata de forma educada, digna, cálida y respetuosa. Para eso queremos participar, que se nos escuche, y no se nos impongan tratamientos sin explicación alguna. Queremos que se le informe también a nuestras familias, y que éstas tengan la opción de participar en nuestra atención integral.
  • Exigimos que nuestros establecimientos públicos de salud, estén debidamente construidos, que no les falte el agua o la energía eléctrica, que se pueda llegar a ellos fácilmente.  Que cuenten con los equipos, los materiales y medicamentos apropiados, adquiridos de forma transparente, para que los recursos humanos del establecimiento puedan atendernos, sin necesidad de rechazarnos o enviarnos a otro sitio, porque se dañaron los equipos, o porque no hay medicinas, o falta esto o aquello…
  • Abogamos por recursos humanos capacitados, sensibles y solidarios con el usuario en todos los hospitales y centros de salud. Necesitamos gente que cuide el prestigio de la institución y ayude a corregir las deficiencias. Profesionales que procuren el mejor rendimiento de los recursos, diagnósticos y terapéuticos en las instituciones, evitando el despilfarro y la negligencia en su utilización. Y que nos apoyen en la denuncia de situaciones en que nuestra salud esté en riesgo, como consecuencia de la malversación o mala distribución de los recursos.

El sector público de salud y la atención de salud que queremos

Para poder tener esa clase de atención, los panameños también necesitamos un sector público de salud organizado, que trabaje en forma coordinada, ojalá unificada, que respete y promueva los principios y valores de equidad, eficacia, eficiencia, calidad, transparencia y rendición de cuentas. Donde no haya espacio para la corrupción ni el tráfico de influencias que ha caracterizado a nuestras administraciones.

  • Ese sistema público de salud que anhelamos, debe estar dirigido por profesionales de probada excelencia académica, experiencia y solvencia moral y ética. Nunca deberían llegar a los puestos producto del “clientelismo político”. Para ser Ministro o Director de la CSS, hay que tener una Maestría en Salud Pública o una especialidad en el tema y estar dedicado en forma exclusiva a la gestión institucional. No debe dedicarse a la práctica privada, pues tendrá un permanente conflicto de intereses, y más temprano que tarde descuidará las dos posiciones, incumpliendo con su deber como Autoridad.
  • Los altos puestos técnicos del nivel central de nuestras instituciones, deben nombrarse por concurso de méritos y oposición, garantizando que la persona que ocupe el puesto posea todas las competencias necesarias, y esté protegida de los “caprichos” de la autoridad de turno, y de los vaivenes políticos. También deben estar dedicadas en forma exclusiva a la institución. No obstante, reconozco que la mayoría de los técnicos del nivel central del MINSA y la CSS, son excelentes, poseen la formación y la experiencia necesarias. El problema es que en ocasiones parece que no son escuchados y prevalecen las opiniones de algún asesor con poco o ningún conocimiento sobre la salud pública.
  • Necesitamos un Ministerio de Salud que sea capaz de cumplir cabalmente con su función Rectora, la cual constituye un elemento fundamental para la conducción del Sistema de Salud, en el marco del cumplimiento de sus funciones establecidas constitucionalmente. En ese ámbito, debe garantizar el cumplimiento de las leyes, reglamentos y normas vigentes en salud, la conducción, la regulación y el desempeño de las once Funciones Esenciales de Salud Pública.

El MINSA como garante de la atención de salud que queremos

Los invito a reflexionar sobre el cumplimiento del MINSA con las funciones que, en mi opinión, están directamente relacionadas con la atención de salud que queremos. Para ello presento a continuación los resultados de la evaluación de cada una, así como recomendaciones específicas para mejorar su desempeño.

 FESP No. 4: Participación de los ciudadanos en salud

Los resultados de la evaluLa atención de salud que queremos y la FESP 4ación de la misma muestran que solo fueron alcanzados el 35.3% del conjunto de criterios utilizados para verificar el desempeño de cada indicador. Lo que significa que la población participa muy poco y que la institución no se ha ocupado de promover esta participación.

  • Indicador 4.1: Fortalecimiento del poder de los ciudadanos en la toma de decisiones en salud pública (37%)
  • Indicador 4.2: Fortalecimiento de la participación social en salud (37%)
  • Indicador 4.3: Asesoría y apoyo técnico a los niveles subnacionales para fortalecer la participación social en salud (34%)

 

Para mejorar esta situación y contribuir a garantizar la atención de salud que queremos el Ministerio de Salud deberá:

  • Empoderar a los ciudadanos para cambiar sus propios estilos de vida y ser parte activa del proceso dirigido al desarrollo de comportamientos y ambientes saludables de manera de influir en las decisiones que afecten su salud y su acceso a adecuados servicios de salud pública.
  • Garantizar la participación de la comunidad organizada para el control social de las decisiones y acciones relativas a los programas de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la salud, para el mejoramiento del estado de salud de la población y la promoción de ambientes que favorezcan la vida saludable.

FESP No. 6: Fortalecimiento de la capacidad institucional de regulación y fiscalización en salud pública

Los resultados de la evaluación dLa atención de salud que queremos y la FESP 6e la misma muestran que solo fueron alcanzados el 38.3% del conjunto de criterios utilizados para verificar el desempeño de cada indicador. Especialmente preocupante es que la capacidad para hacer cumplir la normativa en salud, indispensable para el ejercicio del rol rector, así como el apoyo a los niveles subnacionales para este menester; resultaron muy mal calificados.

  • Indicador 6.1: Revisión periódica, evaluación y modificación del marco regulatorio (67%)
  • Indicador 6.2: Hacer cumplir la normativa en salud (29%)
  • Indicador 6.3: Conocimientos, habilidades y mecanismos para revisar, perfeccionar y hacer cumplir el marco regulatorio (37%)
  • Indicador 6.4: Asesoría y apoyo técnico a los niveles subnacionales de salud pública en la generación y fiscalización de leyes y reglamentos (22%)

Para mejorar esta situación y contribuir a garantizar la atención de salud que queremos el Ministerio de Salud deberá:

  • Fortalecer la capacidad institucional para desarrollar y hacer cumplir el marco regulador para proteger la salud pública y la fiscalización de su cumplimiento.
  • Fortalecer la capacidad de generar y hacer cumplir nuevas leyes y regulaciones dirigidas a mejorar la salud de la población, así como a promover ambientes saludables.
  • Proteger a los ciudadanos en sus relaciones con el sistema de salud.
  • Asegurar el cumplimiento de la regulación en forma oportuna, correcta, consistente y completa.

FESP No. 7: Evaluación y promoción del acceso equitativo de la población a los servicios de salud necesarios

Los resultados de la evaluaciLa atención de salud que queremos y la FESP 7ón de la misma muestran que fueron alcanzados el 50% del conjunto de criterios utilizados para verificar el desempeño de cada indicador. Aunque es superior a las funciones previas, sigue siendo un mal resultado y es evidente la necesidad de fortalecer las capacidades para el desempeño de esta función, central en el tema que nos ocupa.

  • Indicador 7.1: Monitoreo y evaluación del acceso a los servicios de salud necesarios (55%)
  • Indicador 7.2: Conocimientos, habilidades y mecanismos para acercar los programas y servicios a la población (50%)
  • Indicador 7.3: Abogacía y acción para mejorar el acceso a los servicios de salud necesarios (50%)
  • Indicador 7.4: Asesoría y apoyo técnico a los niveles subnacionales de salud pública en materia de promoción de un acceso equitativo a los servicios de salud (50%)

Para mejorar esta situación y contribuir a garantizar la atención de salud que queremos el Ministerio de Salud deberá:

  • Promover efectivamente la equidad en el acceso efectivo de todos los ciudadanos a los servicios de salud necesarios.
  • Desarrollar acciones dirigidas a superar barreras de acceso a las intervenciones de salud pública y a facilitar la vinculación de grupos vulnerables a los servicios de salud (sin incluir el financiamiento de esta atención)
  • Monitorear y evaluar el acceso a los servicios de salud necesarios por medio de proveedores públicos y/o privados, adoptando un enfoque multisectorial, multiétnico y pluricultural que permita trabajar con diversos organismos e instituciones para resolver las inequidades en la utilización de los servicios.
  • Liderar el esfuerzo conjunto con agencias gubernamentales y no gubernamentales para promover el acceso equitativo a los servicios de salud necesarios.

FESP No. 8: Desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública

La atención de salud que queremos y la FESP 8Los resultados de la evaluación de la misma muestran que solo fueron alcanzados el 26% del conjunto de criterios utilizados para verificar el desempeño de cada indicador. Es la FESP con menor valoración en la evaluación, lo cual es muy grave puesto que se trata del recurso más importante de la institución. Cabe destacar que el indicador 8.1 fue el peor evaluado de todas las funciones y presentó un descenso en relación al 2001.

  • Indicador 1: Caracterización de la fuerza de trabajo en salud pública (13.5%)
  • Indicador 2: Mejoramiento de la calidad de la fuerza de trabajo (19%)
  • Indicador 3: Educación continua, permanente y de postgrado en salud pública (25%)
  • Indicador 4: Perfeccionamiento de los RR.HH. para la entrega de servicios apropiados a las características socioculturales de los usuarios (41.5%)
  • Indicador 5: Asesoría y apoyo técnico a los niveles regionales y locales en el desarrollo de recursos humanos (31.5%)

Para mejorar esta situación y contribuir a garantizar la atención de salud que queremos el Ministerio de Salud deberá:

  • Identificar y reclutar los mejores recursos humanos, con el perfil y las competencias adecuadas para la entrega de servicios de salud pública.
  • Desarrollar y fortalecer un programa efectivo de educación, capacitación y evaluación del personal de salud pública para identificar las necesidades de servicios de salud pública y atención de salud, enfrentar con eficiencia los problemas de salud pública prioritarios y evaluar adecuadamente las acciones de salud pública.
  • Definir y aplicar los requerimientos para la acreditación de profesionales de salud en general y la adopción de programas de mejoramiento continuo de la calidad de los servicios de salud pública.
  • Desarrollar alianzas con programas de perfeccionamiento profesional que aseguren la adquisición de experiencias en salud pública relevantes para todos los estudiantes, así como educación continua en gestión del recurso humano y desarrollo de liderazgo en el ámbito de la salud pública.
  • Desarrollar las capacidades para el trabajo interdisciplinario y pluricultural en salud pública que permita abordar con éxito los determinantes sociales de la salud y la enfermedad.
  • Vigilar por la formación ética del personal de salud pública, con énfasis en principios y valores tales como solidaridad, equidad, respeto a la dignidad de las personas.

FESP No. 9: Garantía y mejoramiento de la calidad de los servicios de salud individual, y colectivos.

La atención de salud que queremos y la FESP 9Los resultados de la evaluación de la misma muestran que fueron alcanzados el 42% del conjunto de criterios utilizados para verificar el desempeño de cada indicador. Al igual que en los casos anteriores, los resultados alarman y nos alertan sobre la necesidad de redoblar los esfuerzos para garantizar la atención de calidad que queremos y merecemos los panameños.

  • Indicador 1: Definición de estándares y evaluación para los mejoramientos de la calidad de los servicios de salud individuales y colectivos (47%)
  • Indicador 2: Mejoría de la satisfacción de los usuarios con los servicios de salud (34%)
  • Indicador 3: Sistema de gestión tecnológica y de evaluación de tecnologías en salud para apoyar la toma de decisiones en salud pública (36.5%)
  • Indicador 4: Asesoría y apoyo técnico a los niveles regionales y locales de salud para asegurar la calidad de los servicios (50%)

Para superar estas deficiencias, y contribuir a garantizar la atención de salud que queremos será necesario que el Ministerio de Salud:

  • Desarrolle, fortalezca y aplique sistemas de evaluación y mejoramiento de calidad
  • Produzca y haga cumplir las normas respecto a las características básicas que deben tener los sistemas de garantía y mejoramiento de calidad y supervisa el cumplimiento de los proveedores de servicios con esta obligación.
  • Defina, explique y garantice los derechos de los usuarios.
  • Desarrolle y aplique un sistema de evaluación de tecnologías de salud que colabora en los procesos de toma de decisiones de todo el sistema de salud y contribuye a mejorar su calidad.
  • Utilice la metodología científica disponible para la evaluación de intervenciones de salud de diverso grado de complejidad.
  • Genere y aplique de forma sistemática sistemas de evaluación de la satisfacción de los usuarios y el uso de esta evaluación para mejorar la calidad de los servicios de salud.

No obstante, al margen de las falencias políticas, estratégicas y técnicas obvias, identificadas arriba, nuestro país, por más que mejore, siempre tendrá las limitaciones propias de su desarrollo social y económico. Tengamos cuidado pues de no crearnos esperanzas exageradas de lo que debe y puede ofrecernos nuestro sistema para brindarnos la atención de salud que queremos. Por ello mantengamos estilos de vida saludables, promovamos y protejamos nuestra salud, teniendo presente que el sistema tiene límites, y que somos los principales responsables por nuestra salud.

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